En días pasados se conmemoró por segundo año consecutivo el Verano Feliz Ciclístico 2018 "Deporte para todos", en las inmediaciones del Instituto Urracá en Santiago de Veraguas.
Participaron más de 50 ciclistas en categorías desde los 4 años hasta los 18 años, la Fundación Monica Licona estuvo presente difundiendo el mensaje de respeto hacia el ciclista y motivando a los nuevos ciclistas a velar por su seguridad, recordando que la seguridad comienza por uno mismo.
¡Gracias a todos los que participaron!
“Señora Elsie, en su rostro se refleja una hermosa paz y una gran tranquilidad”. Esta es una frase que me comparten frecuentemente las personas que se acercan a mí. Les respondo con una sonrisa desde mi alma, que gracias a Dios puedo tener paz en mi corazón y de la misma manera toda la humanidad también puede sentir lo mismo, a pesar de todas las adversidades que vivamos.
Una de las preguntas más frecuentes que me hacen los lectores de mi blog es:
“¿Señora Elsie, por qué usted escribe y comparte esta experiencia tan dolorosa a través de este blog?” y “¿cómo puede ser tan descriptiva con todos los detalles de su experiencia en sus relatos?” “¿Estos relatos le ayudan a superar su dolor?”.
Cuando las personas pierden a un ser querido, o pasan por momentos de mucho sufrimiento o de tristeza, lo menos que quieren hacer es hablar del tema, algunos desean hasta borrar esa mala experiencia de su vida.
La respuesta a estas preguntas es muy sencilla. Mi objetivo con este blog es compartir mi experiencia de cómo poco a poco, día a día, me fui levantando del abismo donde caí cuando falleció mi hija. Es un relato basado en mi experiencia vivida, donde comparto todo lo que pasé, todo lo que hice y todo lo que me ayudó a levantarme nuevamente. Por otro lado, también hay muchas personas que se identifican con mis vivencias.
Con este blog y en persona con todo mi amor, puedo ayudar, apoyar, guiar y orientar a personas que estén pasando por algo similar con tan solo compartir mi experiencia.
Hace unos meses tomé unos días de vacaciones. Hicimos en mi casa sancocho de gallina de patio y una pesada de nance. Ese día en la mañana, sentí ganas de llamar a mi amiga Débora, que había perdido a su única hija, unos meses atrás. Tomé mi celular, la llamé y la invité a almorzar ese mismo día a mi casa. Me comentó que ella tiene solo una hora de almuerzo pero le encantaría almorzar conmigo. Le respondí que no se preocupara que yo la buscaría a las 12:00 p.m. en punto, la traería a mi casa y después del almuerzo a la 1:00 p.m. la llevaría devuelta a su trabajo que es bastante cerca de mi casa.
A las 11:50 a.m., organicé la mesa y dejé el almuerzo servido y listo. Llegué a recogerla a las 12:00 en punto, ella estaba lista, subió al auto y nos saludamos con un abrazo. Le pregunté cómo estaba y me contestó que no muy bien y comenzó a llorar. Le dije que por favor hiciéramos un esfuerzo para no llorar en nuestro encuentro en el almuerzo que con mucho cariño quería compartir con ella. Luego, me comenta que está bien, tienes razón, no vamos a estar tristes.
Al rato, llegamos a mi casa, entro a la casa, nos sentamos en la mesa, le dimos gracias a Dios por los alimentos y comenzamos a comer. Al rato, mi amiga Débora, vuelve a llorar. Le dije, amiga, ¿ahora qué te pasa?, ¿por qué lloras? Ella me contesta, “Elsie, tú no conoces mis gustos en la comida. Tú no sabes que el sancocho de gallina de patio es, ¡mi plato favorito!” Le dije, “¿en serio?, yo no sabía, espero que también te guste el postre que tengo para ti, pesada de nance”. Ella en su asombro, me respondió, “waoooo, ese es mi postre favorito. Cuando estaba pequeña, me encantaba ir al interior para recoger nances para que mi mamá me hiciera chicha o pesada de nance.” Mi amiga Débora me dice: “Elsie, estoy llorando porque ahora estoy segura que DIOS no me ha abandonado”. Cuando escuché esa frase, se me aguaron los ojos y le contesté, ¡Amiga hermosa, Dios nunca te ha abandonado, al contrario, hoy te ha consentido a través de mí, con este delicioso almuerzo! Después de este comentario, ambas nos echamos a reír y le dimos gracias a Dios por su gran amor.
Esta experiencia fue hermosa para ella porque se dio cuenta que Dios la ama y para mí, porque fui un instrumento de Dios con mi amiga.
Hace más o menos un año, mi esposo y yo fuimos a pasar unos días a Las Vegas. Era la primera vez y en tiempo de verano. No se los recomiendo, el clima es muy caliente, es un fogaje fuerte que sube desde la tierra.
Un día fuimos a conocer las afueras de Las Vegas y a visitar algunos centros comerciales. A la hora de almuerzo, Beto y yo acordamos almorzar en el food court del centro comercial.
A mi esposo le gusta la comida china. Nos acercamos al restaurante y pedimos la comida para comer ahí. Primero sirvieron la comida de Beto y luego la mía. Lo curioso fue que le sirvieron la comida de Beto en plato de comer en el sitio y mi comida me la sirvieron en envase para llevar. Cuando fuimos a pagar la comida, Beto me pregunta, ¿tú la pediste para llevar? Le respondí que no, pero no importaba porque igual me la podía comer en el plato que me dieron.
Caminamos hacia una mesa disponible, nos sentamos y comenzamos a comer. De la nada, se me quitaron las ganas de comer, tapé la comida y metí el envase en una bolsa. Le comenté a Beto en ese momento, ¡le voy a regalar esta comida a un indigente porque no tengo hambre!
Beto terminó de comer y salimos a recorrer el Mall. Al salir, puse el plato de comida a un lado en el puesto de atrás del carro y nos fuimos.
En el camino, yo estaba alerta en busca de indigentes para regalarle mi comida.
El primero que vimos estaba debajo de un puente, le dije a Beto que detuviera el auto para bajarle la comida. Beto me dijo que no podía parar porque la luz del semáforo se había puesto verde y tenía que avanzar y además, era muy peligroso para mí, llegar a bajar el puente y me puse triste porque perdí la oportunidad de entregar mi comida.
Más adelante, vi a un señor sin camisa, jugando con unos perros, como a 100 metros de donde estábamos en el auto. Le dije a Beto, por favor detén el auto, para llevarle la comida a este indigente. Beto me dice, ¡Elsie, este lugar no es muy seguro, debes caminar muy lejos para llegar a este señor, busquemos a otro indigente que esté más accesible y en un lugar más seguro!. Me puse triste porque perdí la segunda oportunidad para entregar la comida.
Seguimos nuestra aventura por las calles de Las Vegas y luego, Beto me comenta, “Elsie vamos a llenar el tanque del auto de gasolina porque lo debemos devolver con tanque lleno y es ahora el momento de hacerlo. Pasemos a la próxima gasolinera que veamos.”
Así fue, entramos en la siguiente gasolinera, se estacionó y fui a pagar la gasolina. Después de pagar, cuando voy de regreso al auto, observo que Beto está conversando con un señor. En lo que me voy acercando, alcanzo a escuchar que el señor le está pidiendo dinero a Beto para comprar comida. Beto me mira y me dice, “Elsie, dale la comida al señor, que dice que tiene hambre y me está pidiendo dinero para comer” En ese momento, sentí una gran emoción, al fin encontré a una persona para regalarle mi comida. Para mi sorpresa, cuando le entrego la bolsa con la comida al señor, este me dice: “Gracias señora, que Dios la bendiga”. Wao, cuando escuche estas hermosas palabras, supe que fui un instrumento de Dios para este señor. La comida era para este señor.
Un día recibo la llamada de una amiga. Me dice, “¡tengo un mensaje de tu hija Monica para ti!”. “Sabes que soñé con ella anoche”.
Estaba fuera de mi casa, disfrutando de la vista de mi bello jardín. El jardín tenía una forma perfecta en espiral, estaba lleno de flores hermosas de todos los colores, el borde se resaltaba, estaba recién pintado de blanco.
Al rato, llega a mi casa un auto, parece un mini cooper, no logro ver bien el color, pero parece que fuera recién sacado de la agencia, se ve muy brillante. ¡No conozco a nadie que tenga ese carro! Cuando veo a una mujer alta, bella con un vestido divino, que se baja del auto, era Monica. Se bajó con una sonrisa y un rostro radiante, me llamó, ¡tía, tía, cómo estás, que gusto verte, ¡que jardín tan hermoso tienes!. La invité a entrar en mi casa y me dijo que mejor se quedaba afuera para disfrutar de su bello jardín. Monica se sentó en la grama y le pidió a la tía que se sentara a su lado.
Le pregunte a Monica “¿cómo estás?” y me dijo que, “muy bien”. Luego, me dice, Tía, tengo que contarte algo, pero te aseguro que no tengo la culpa. ¡Lianna, mi hermana, está molesta, porque mi mamá se la pasa poniendo fotos mías en su perfil del celular!
Tan pronto cerré la llamada con mi amiga, llamé a Lianna, mi hija, para preguntarle si estaba molesta porque yo ponía fotos de Monica en mi perfil del celular y me dijo que, ¡por supuesto que no! Sin embargo, al rato, me devuelve la llamada muy asombrada, para comentarme que el día anterior ella estaba mirando mi foto de perfil.
Este sueño tiene varios mensajes:
1. El jardín en espiral, con flores de todos los colores.
· Este es el rosal que le mando a mi hija para que su día sea hermoso y divertido, lleno de paz y amor.
2. La foto de Monica en el perfil del celular.
· Este es un mensaje que indica que no debo enfocarme en ella solamente, debo recordar que tengo otra hija con quien compartir mi amor, mi cariño y mi atención.
El alma de mi hija vive y está pendiente de todos los eventos y acontecimientos que pasan en nuestras vidas familiares. De una manera u otra, ella se manifiesta y nos hace llegar sus mensajes.
Gracias a todos por leer mis experiencias vividas a través de este blog.
Les reitero mi apoyo con amor, a las personas que estén pasando por momentos de dolor por la pérdida de un ser querido.
Nos vemos en el próximo capítulo con más experiencias para compartir, ¡Que Dios los bendiga infinitamente!
Miembros de la fundación en funciones:
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En el año 2017 ingresamos a grupo de Miembros de FICVI - Federación Iberoamericana de asociaciones de Víctimas Contra la Violencia vial.
Somos grupo de 20 asociaciones de la sociedad civil presentes en 14 países de Iberoamericanos, que han unido fuerzas y compromisos para crear la primera Federación Iberoamericana integrada por víctimas de siniestros de tránsito en la región.
Fundada en Medellín (Colombia) en el año 2010, nos comprometemos a actuar como conciencia crítica de la sociedad frente al drama de los siniestros de tránsito y sus inaceptables consecuencias.
Creemos firmemente que todas las personas fuimos, somos o podemos ser víctimas, que solamente con acción solidaria lo evitaremos y por tal, convocamos a toda la sociedad a sumarse a nuestro proyecto de vida.
DECLARACIÓN DE MEDELLIN Declaración de Medellín
Los mal llamados accidentes de tránsito y sus inaceptables consecuencias, constituyen uno de los principales problemas socio-económicos y de salud pública en Iberoamérica. Por cada persona fallecida, hay al menos cinco con heridas graves, y con secuelas para toda su vida.
La sociedad iberoamericana en el siglo XXI no debe seguir sometida a esta pandemia.
Los avances técnicos y científicos, así como las actuaciones oportunas y formas de organización social en otros países nos han demostrado que los siniestros de tránsito son evitables.
En consecuencia, la lucha contra los siniestros de tránsito debe constituir un firme compromiso cívico, ético y político de todos los actores sociales.
Conocemos el drama que hay detrás de cada siniestro y queremos movilizarnos para alcanzar nuestro principal objetivo: cero víctimas, para lograr que nadie más tenga que sufrir el dolor de este flagelo.
Nos hemos reunido en la ciudad de Medellín con la finalidad de hacer un llamado a la acción urgente a todas las personas y responsables de los distintos gobiernos y a toda la sociedad para luchar contra la violencia vial.
MANIFIESTO
1. Exigimos que nuestros gobiernos se comprometan a que la seguridad vial sea una política de estado prioritaria.
2. Exigimos a nuestros gobiernos la creación de Observatorios Nacionales de Seguridad Vial en cada país que la sociedad civil disponga de datos fiables e información para la toma de decisiones y acciones de prevención.
3. Exigimos que nuestros gobiernos incorporen la educación vial en todos los niveles de enseñanza
4. Exigimos a nuestros gobiernos un sistema riguroso y estricto de otorgamiento de licencias de conducir.
5. Exigimos que las autoridades controlen y castiguen con severidad a los conductores temerarios que ponen en riesgo la vida de las demás personas, aunque sus actuaciones no hayan ocasionado siniestros de tránsito.
6. Exigimos que se contemple en el código penal un capitulo para los delitos cometidos contra la seguridad vial que permitan aplicar penas ejemplarizantes para educar al ciudadano, prevenir los accidentes y disuadir la conducción temeraria.
7. Exigimos que nuestros gobiernos destinen los recursos económicos necesarios para garantizar el derecho a una movilidad segura y sostenible.
8. Exigimos de nuestros gobiernos un protocolo eficaz de atención sanitaria inmediata y post hospitalaria.
9. Exigimos de nuestros gobiernos que mejoren la seguridad de las infraestructuras, establezcan y regulen las condiciones técnicas que deben cumplir los vehículos.
“Todos fuimos, todos somos y todos podemos ser víctimas, también todos somos parte de la solución. Seguimos trabajando para salvar vidas en el tránsito"
Hace ya 2 años que recibiste el llamado de Dios, hija mía. En todo este tiempo hemos estado aprendiendo a vivir sin tu presencia física y a aceptar que los planes de Dios son perfectos. Te seguimos amando y extrañando, vivirás siempre en nuestros corazones y tus recuerdos presentes en todo momento.
En este capítulo les comparto las Diosidencias que hemos vivido en todo este tiempo.
¿Como nace la Fundación Mónica Licona?
Esta hermosa fundación nace a raíz del siniestro vial que le quitó la vida a mi amada hija, Mónica. Un grupo de amigos, se reunió y llegó a un consenso que era importante crear un movimiento de sensibilización y concienciación de todos los ciudadanos de este país, para lograr un cambio positivo en la cultura vial y evitar que estos sucesos se vuelvan a repetir. No queremos que ninguna familia en nuestro país vuelva a pasar por el dolor y el sufrimiento que vivió nuestra familia.
El día del funeral de mi hija, se colocó una urna para depositar donaciones entre los amigos y familiares. Los fondos que se recaudaron en la misa fue el capital semilla para la Fundación.
Muy pronto hicimos una serie de reuniones con nuestros amigos: Jorge Heilbron, Luigi Méndez, Gaetano Goldoni, José Manuel Rodríguez, Juventino Quiróz y Carlos Baliache para constituir legalmente la Fundación, con su misión, visión y objetivos.
Desde el primer momento, la fundación se convirtió en el motor de nuestra familia para seguir adelante con este hermoso proyecto donde juntos podemos salvar vidas y lograr un Panamá libre de siniestros viales.
El logo de la Fundación, fue donado por nuestros amigos de Cerebro Y & R Publicidad, para ellos nuestro eterno agradecimiento y por siempre fundadores de esta hermosa fundación.
El logo fue diseñado especialmente para la fundación y tan pronto lo vimos, nos conectamos con él, porque representa y se identifica con la personalidad de Mónica.
El diseño del logo es muy particular. El mismo tiene varias partes que en conjunto representan la paz y el amor infinito de Dios. A primera vista puedes visualizar el corazón que representa el amor, la bicicleta que representa un transporte noble y te inspira libertad, el infinito y las alas que representan la paz.
Les comparto un testimonio con este maravilloso logo.
Nuestro querido amigo de Santiago, Abraham Sánchez, nos había invitado a un homenaje que le habían organizado en memoria de Mónica. Ese día organizaron la carrera que realizan todos los años y que ella había ganado el año anterior.
El día del evento, nos levantamos temprano para llegar a Santiago a tiempo para la carrera. Desayunamos, nos arreglamos y todos nos pusimos el suéter gris de la fundación que tiene el logo en el pecho. Mientras me lavaba los dientes para salir, vi el logo reflejado en el espejo y llega a mi mente un hermoso mensaje: “El amor de Dios es infinito”. Mi primera impresión fue: “Dios mío, que frase tan linda y está relacionada con el logo”. Salí del baño corriendo a buscar papel para anotar esta hermosa frase para que no se me olvidara. En ese momento sentí una sensación de bienestar, amor y paz, fue un momento maravillosamente indescriptible, fue una bendición de Dios.
Testimonio del día de la Virgen el 12 de diciembre de 2015
La Fundación Mónica Licona realizó una de sus primeras actividades, “EN SON DE PAZ”. El objetivo de esta actividad es sensibilizar y concienciar a los conductores y a los ciclistas para compartir en armonía las vías públicas.
Nos ubicamos en distintos semáforos de la ciudad. Los protagonistas fueron los ciclistas, quienes les entregaban flores a los conductores y les compartían una frase como por ejemplo “yo me comprometo a utilizar el casco cuando salgo a montar mi bicicleta a la calle ¿y tú?” o “yo me comprometo a utilizar las luces en mi bicicleta ¿y tú, te comprometes a cuidarme?”.
El día de la actividad habíamos acordado encontrarnos a las 8:00 a.m., en una floristería ubicada en Obarrio para retirar las flores.
La noche anterior, le había comentado a Lianna, que no iría a la floristería porque ya todo estaba coordinado con los encargados de cada punto de encuentro, para retirar las flores. A la mañana siguiente, Lianna me dijo mamá, ya voy saliendo para la floristería, nos vemos en nuestro punto de encuentro. Me quedé un poco pensativa y le dije, hija, siento que debo ir a la floristería, tomé la llave del auto y me fui a la floristería.
Cuando llegamos a la floristería, llegaron solo 3 encargados de los puntos de encuentros. Faltó el encargado del punto 4, que era el del semáforo de El Dorado. En vista de que esta persona no llegó, intenté localizarla por celular y por chat sin éxito. Retiré las 500 flores de este punto y me fui a llevarlas a El Dorado. Cuando llego a El Dorado, nadie se presentó, nadie llegó, la persona encargada tampoco apareció. Me sentí, decepcionada, triste, desanimada y no sabía qué hacer.
Llame a Lianna y le conté lo que me sucedió y me dijo que me fuera para su punto en la 12 de octubre que las flores se podían entregar allá. Me fui hacia la 12 de octubre, pero a la mitad del camino, llamé a Beto, le cuento mi triste historia y me dijo que mejor me fuera para el punto donde estaba él, que era en el semáforo del Hotel Miramar, ya que se les estaban terminando las flores.
Cambié de ruta para el Miramar, tomé por Carrasquilla y de repente, me encuentro con un camión de basura que va adelante de mí y no había forma de rebasarlo porque iba por la mitad de la calle. Mientras tanto, Beto me llamaba para pedirme que fuera rápido porque se habían terminado las flores en el Miramar y que los ciclistas se estaban retirando. Sin embargo, yo no podía avanzar porque el camión de basura me estaba obstaculizando el paso. Dios, que desesperación y que frustración. Después de un rato, por fin el camión de basura se hizo a un lado de la calle y pude rebasarlo. Avancé lo más rápido que podía, aunque no pude avanzar mucho porque qué casualidad que todos los semáforos estaban en rojo, fue desesperante. Hasta que por fin llegue al semáforo del Miramar, me encuentro con mi esposo que estaba solo sentado en el auto y le pregunté, ¿donde está la gente para repartir las flores que traje?, míralas están en el maletero. Me responde: “Elsie te demoraste demasiado, todos se fueron”.
Llamé a Lianna para llevarle las flores y me dijo que ellos también estaban terminando, que fuera a ver si llegaba a tiempo. Me fui lo más rápido posible pero cuando llegué a la 12 de octubre, ya todos se habían ido.
Me estacioné a un lado de la calle, me llevé las manos a la cabeza y sentí muchas ganas de llorar. Pero pensé un momento y le pregunte a Dios, ¿ahora qué voy a hacer con tantas flores? Estaba a punto de largar el llanto, me sentía frustrada. De repente me llega un pensamiento, “lleva las flores a la iglesia”. En ese instante, me pareció una excelente idea, mi ánimo se elevó de inmediato. ¡Dios respondió mi pregunta! Luego, hice otra pregunta, ¿a qué iglesia voy a llevar estas flores? Inmediatamente, salió otra pregunta: “¿Cuál es la iglesia más cercana?”, era la iglesia San Antonio María Claret, que estaba cerca de la 12 de octubre. Que hermoso diálogo que mantuve con Dios y en ese momento de frustración no me di cuenta.
De inmediato, puse en marcha el auto y en unos minutos llegué a la iglesia, estacioné el auto y me bajé con la esperanza de que recibieran la flores. Me dirigí a las oficinas y me encontré con un joven que estaba sentado frente a un escritorio. Lo saludé y le comenté que venía de la Fundación Mónica Licona a donar 500 flores para la iglesia. Él se me quedó mirando muy sorprendido y me dice: “¿usted es la señora que nos iba a donar las flores para la virgen?” Le conteste: “no teníamos programado donar estas flores”. Le conté mi experiencia vivida en ese día.
El joven me comenta que hacía un rato había recibido la llamada de la señora que había programado la donación de las flores, con la noticia que no consiguió las flores y casualmente estaba llamando a todos los compañeros para hacer una colecta entre ellos para comprar flores y adornar el altar de la virgen. En ese momento, el joven se levanta de la silla y me señala a la virgen y me dice: “hoy es el día de la virgen y mire a la virgen, no tiene ninguna flor, no la hemos podido arreglar”.
El joven se llevó las manos a su rostro sorprendido y muy feliz, me dijo: ¡Señora, esto es un milagro no teníamos flores para la virgen y usted nos trae 500 flores! Los dos a la vez exclamamos que se nos puso la piel de gallina con esta maravillosa Disidencia, se me aguaron los ojos y sentí un calor que recorrió todo mi cuerpo, seguido de un sentimiento de amor inmenso e indescriptible.
Luego de esto, me comenta que él y sus compañeros de la iglesia se enteraron del accidente de Mónica, que oraron por ella y que lo sintieron mucho. Y les compartiría este hermoso testimonio a todos sus compañeros y al padre de la iglesia.
El joven me acompañó al carro a buscar las hermosas flores que estaban cuidadosamente arregladas dentro de unas cajas en el maletero de mi auto. El joven sumamente feliz, llamó a los compañeros de una vez para que llegaran a ayudarlo a arreglar el altar de la virgen.
Queridos amigos, con esta experiencia, les puedo asegurar que los planes de Dios son perfectos y que son mejores que los nuestros.
Yo estaba enfocada en la tarea de repartir las flores a los conductores en los semáforos con la hermosa intención de sensibilizar y concienciar. Sin embargo, Dios tenía otro plan para las flores. Estaban destinadas para adornar el altar de la virgen.
Estoy segura que en algún momento a ustedes les habrá pasado algo similar. Podemos recopilar todos los obstáculos que tuvimos que pasar para llegar al final feliz de esta experiencia:
- De la nada, sentí que era importante que fuera a la floristería.
- El encargado del semáforo de El Dorado no llega a retirar las flores.
- No llega nadie al punto de encuentro en el semáforo de El Dorado.
- El obstáculo del camión de la basura que me impidió que llegara a tiempo al Hotel Miramar.
- Todas las luces rojas que me detuvieron en el camino.
- En el Hotel Miramar ya todos se habían retirado.
- Llego a la 12 de octubre, y tampoco había nadie.
Fueron 7 señales que Dios me mandó para que desistiera de entregar las flores en el semáforo y las llevara a la iglesia para la Virgen. ¿Cómo no me di cuenta desde un inicio de estas señales? ¿Cuántas veces nos pasa lo mismo en situaciones similares? Nosotros insistimos en lograr lo que queremos, en lograr nuestros planes, nuestras metas, nuestros objetivos, nuestros sueños. Nos enfocamos en ellos, nos concentramos en ellos, nos cerramos y a pesar de todas las adversidades que se nos presentan aun así seguimos luchando contra la corriente para lograr lo que queremos y si no lo logramos nos frustramos.
Amigos, ¿qué aprendimos con esta experiencia? Las circunstancias que vivimos, se nos presentan de 2 formas.
Si el resultado es como esperamos, perfecto, nos sentimos bien, muy felices y contentos. Por ejemplo, comprar unos números de la lotería y ganarse la lotería, aplicar a un puesto de trabajo y ganarte el empleo.
Si el resultado es distinto a lo que esperamos no es nada agradable. Pero si lo enfocamos desde un punto de vista positivo, podemos lograr un aprendizaje, aunque a veces estas enseñanzas nos traen miedo o nos traen situaciones que nos generan dolor o sufrimiento. Esta experiencia que les comparto, me generó ansiedad, frustración, sufrimiento y tristeza. Pero al final, me sentí feliz porque el resultado fue maravilloso, fue gratificante, el ofrecerle las flores a la virgen.
Por otro lado, pueden ser señales que nos guían hacia un cambio de camino. Por ejemplo, cuando nos sentimos mal en nuestro trabajo, todo sale mal, no me siento bien con el jefe o con mis compañeros de trabajo o cuando elegimos una carrera universitaria y no nos sentimos bien con las materias o con los temas.
De repente se nos presenta la oportunidad de cambiarnos de empleo, sale un nuevo trabajo interesante, que te llama la atención o decides cambiar de carrera y cuando realizamos este cambio, nos sentimos a gusto, tranquilos, en paz, felices y todo fluye perfecto.
Algunas veces se nos presentan situaciones adversas que nos llevan a tomar decisiones de cambio en nuestras vidas, para nuestro propio bien, aunque no lo comprendamos en el momento. Debemos aceptar la voluntad de Dios quien nos ama infinitamente, sus planes para cada uno de nosotros son perfectos y debemos confiar en ÉL.
Gracias a todos una vez más por leer mi blog, es un gusto compartir con ustedes mis experiencias en este viaje que emprendí hace 2 años, desde la partida física de mi hija.
En los próximos capítulos seguiré compartiendo más hermosas Diosidencias, no se las pierdan.
Queridos amigos, los invito cordialmente el domingo 1 de octubre al evento más importante de la Fundación, en memoria de Monica, el Segundo “Encuentro por la Vida”. Acompáñanos en la caminata de 5 kilómetros o en el paseo en bicicleta en la Cinta Costera, partiendo de los estacionamientos del MOP, desde las 6:30 a.m. ¡Los espero!, me encantaría conversar con ustedes y conocerlos personalmente.
Que Dios los bendiga y los inunde con su paz y amor.
Desde el inicio, muchos nos han dicho que dar charlas en las escuelas, sembraba las semillas que se cosecharían cuando estos chicos salieran a las calles a manejar.
Admitimos que si, lo era. Pero como fundación principiante no sabíamos ni por dónde empezar.
En el mes de junio del presente año, la Fundación Mónica Licona empezó a formar parte de la Federación Iberoamericana de Asociaciones de Víctimas Contra la Violencia Vial. Y de ahora en adelante le llamaremos Familia Ficvi. Pues en esta gran familia en donde conocimos otras almas que pasaron por lo que nosotros pasamos con Monica, hicimos muchos amigos. Muchos de ellos sugiriendo lo mismo, ir a colegios. Como en la familia Ficvi todo se comparte, le solicitamos a nuestra amiga Dinorah de México que nos compartiera sus presentaciones y talleres para saber cómo ella llevaba a cabo esto en las escuelas.
Pasó el tiempo y hace unas semanas atrás le recordamos que nos compartiera el material. Lo hizo y sin darnos cuenta pasó un tiempo antes de ojearlo.
La semana pasada Richard le pidió a mi mamá que le llevara unos guantes de la Fundación, que quería aportar su donación y le habían gustado. Pasaron 2 días y olvidaba darle los guantes a mi mamá para que ella se los entregara. Al tercer día, si me acordé y se los llevé y mi mamá al día siguiente pudo entregárselo.
Pero en esa entrega, empezaron a hablar acerca de los talleres en las escuelas. Enseguida me propusieron hablar con el IPA ya que al ser egresadas, no creímos que hubiera ningún problema. Esto fue el sábado.
El lunes a las 7 am, estaba sentada en la oficina de la directora académica Flor Dormoi, quien en 5 minutos escuchó mi propuesta y me programó una reunión para el lunes siguiente con el departamento de ciencias sociales. En ciencias sociales se da una materia llamada Cívica, en la cual los estudiantes aprenden a cómo ser buenos ciudadanos... Pensamos que el taller debía ser teórico utilizando el marco de esta materia y práctico utilizando el marco de Educación Física.
El siguiente lunes, asistimos a la reunión. La coordinadora (que fue profesora mía) nos recibió con mucha emoción al igual que los demás profesores del departamento. Nuevamente, no tardé ni 5 minutos expresando nuestra idea y tomó pluma, papel y los horarios de 7mo y 8vo grado y me confeccionó el horario al que debía asistir.
Era un hecho. Empezamos al día siguiente. Muy tranquilos llegué a mi casa luego del trabajo como a las 5 pm y me senté en mi laptop a pensar lo que iba a compartir con estos niños.
Enseguida busqué en el correo de la Fundación el material que nos había compartido Dinorah. Ya se imaginarán el resto.
Dinorah nos salvó la vida. Y nos ayudó 100% al enviarnos ese correo hacía ya un par de semanas atrás.
Acoplé la presentación a Panamá, agregué unas mas diapositivas sobre el ser buen ciudadano y utilicé las de seguridad vial que nos había compartido. Apliqué el lema de Ficvi que dice que todo está inventado, sólo hay que aplicarlo donde no lo conocen.
Empezamos el martes en el IPA con 8 grupos de aproximadamente 33 alumnos cada uno a compartir mi testimonio sobre mi hermana, compartir el mensaje del respeto por la vida y consejos sobre seguridad vial en diferentes perspectivas.
Fue un procesos realmente gratificante y no hubo duda que hubo mano divina. Todo fluyó en la perfección y esto es solo el inicio de un proyecto hermoso que puede llegar a miles de chicos para que al ser impactados con este tema puedan cambiar su mentalidad acerca de manejarse correctamente en las calles de nuestro bello país.
Gracias a Dios, al Instituto Panamericano, a mis profesores por abrirnos las puertas y tratarnos de maravilla. Gracias a todos los que se han involucrado de una u otra forma para seguir trabajando con el legado de mi hermana Mónica, para mejorar esta sociedad en la cual estamos viviendo hoy. Porque cambiar la cultura vial de Panamá es trabajo de todos. Todos somos parte de la solución.
Sobre el taller:
"Aprendiendo Consejos sobre Seguridad Vial con la Fundación Mónica Licona"
El taller comienza relatando el testimonio de lo que le sucedió a la ciclista Mónica Licona a causa de un conductor irresponsable. Se les hace una dinámica para sensibilizarlos en donde se ponen en el lugar de la víctima y comenzamos a explicar sobre ser buen ciudadano y cuánto necesita Panamá hoy que pongan su granito de arena.
Una vez estén inmersos en la actividad y sepan que necesitan aprender sobre el tema, entonces le damos un vistazo sobre la importancia de obedecer las señales de tránsito. Además nos apoyamos en videos de campañas internacionales para disminuir los siniestros viales (Ejemplo: Zero Victims de Australia).
Se les enseña desde cómo funcionan los semáforos y por qué no hay que pasarse la luz roja hasta respetar la distancia mínima para rebasar un ciclista.
Se les da consejos sobre manejar bicicleta en las calles, respetar los espacios de las personas con movilidad reducida y ejemplos de la vida real de accidentes ocurridos para evitar esas malas prácticas. Prestar atención, no beber mientras se maneja, no usar el celular ni otras distracciones.
El objetivo de la Fundación Mónica Licona es sembrar la semilla para concienciar a este grupo de jóvenes que van desde 7mo hasta 9no grado ya que todo lo que está aconteciendo ahora mismo en las calles de Panamá, es EVITABLE.
Este es un plan piloto de la Fundación Mónica Licona y se empezó en el IPA ya que al ser exalumnas, mi hermana y yo, se nos abrió las puertas con mucho cariño para empezar con este positivo proyecto.
Gracias a Dios tuvimos un alcance de aproximadamente 620 alumnos en 4 días.
La idea de la Fundación Monica Licona es extendernos a otras escuelas y llegar a más alumnos para esparcir esta semilla de amor y cumplir con nuestro propósito de cambiar la cultura vial.
Para contactar a la Fundación Monica Licona y llevar a cabo este programa en su escuela puede solicitarlo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
El 11 de agosto de 1993, Dios me dio la dicha de ser mamá por segunda vez. Ese día tan especial llegaste a nuestro hermoso hogar, hija. Recuerdo cuando nos vimos por primera vez, te repetía una y otra vez cuanto te amaba, te llenaba de besos y abrazaba ese tierno y pequeñito cuerpecito cuando el doctor te coloco sobre mi pecho. En ese mágico momento tu y yo nos conectamos para toda la eternidad, me sentía llena de amor y me embargaba una infinita felicidad.
Gracias Dios por esta grandiosa bendición que llenó mi vida de glorias, alegrías, amor y mucho orgullo por 22 añitos. Mónica era la dueña de la sonrisa más hermosa. Cuando ella reía, su rostro se iluminaba y contagiaba a todos a su alrededor.
Mi querida Mónica, en este mes de agosto cumplirías 24 años de vida. Agosto era uno de tus meses favoritos del año.
El viernes 11 de agosto, me levanté y le di gracias a Dios por un día más de vida. Todos los días, converso con Mónica, después de saludarla y decirle que la amo y la extraño. La felicité, le di un beso y un abrazo imaginario. Aunque no esté físicamente, aunque no la pueda ver, yo sé que ella si me puede ver y escuchar. Así que le dije que esperaba que pasara un hermoso día, lleno de amor, que lo disfrutara y que se divirtiera haciendo todas las actividades que le gustan.
En este capítulo celebramos su cumpleaños con bellos recuerdos que con cariño nos han compartido familiares y amigos.
Recuerdo que para sus 15 años, Beto y yo queríamos que se fuera de viaje al igual que su hermana Lianna. La experiencia del viaje de 15 años de Lianna había sido espectacular y queríamos que Mónica también disfrutara de un viaje de 15 años inolvidable. Sin embargo, para nuestra sorpresa, Mónica nos dijo que ella no quería irse de viaje, sino que quería hacer una fiesta grande para reunir a toda su familia y todos sus amigos. Beto y yo estuvimos varios meses tratando de convencerla para que desistiera de la fiesta y aceptara el viaje y fue en vano. Ella estaba segura de lo que quería y nadie la podía hacer cambiar de idea.
Así que le hicimos su fiesta de 15 años y fue una de las fiestas más divertidas del año en el colegio. Participo en la planificación de cada detalle de su fiesta. La disfrutó al máximo y cumplió su sueño anhelado. Nos acompañaron los familiares y todos sus amigos y amigas.
Estos son algunos de los recuerdos que cariñosamente me compartieron:
“Lo que siempre recuerdo de Mónica, es que, desde muy pequeña era una niña muy chispa. Una vez fuimos a visitarlos a la casa de Chame y jugando con Jonathan, mi hijo, que era igual de tremendo como ella, lo bautizó como “Pork & Bean” y me parece verla disfrutando y riéndose porque le causaba mucha gracia el nombre que le acababa de inventar a Jonathan.” - Tía Toscana
Mónica era única. Cuando conoció a Rafa Jiménez, desde muy pequeña, era la única que no le decía “tío”. Lo llamaba “RAFA”. Así que cuando lo veía, lo saludaba efusivamente y le decía: “¿QUÉ PASÓ RAFA?”. – Tío Rafa Jiménez
“Tengo muchos momentos lindos con Mónica, entre tantos, decidí escoger su última carrera de ciclismo. Fue un 30 de agosto. Se dio la partida de la carrera. Pensé que Mónica no ganaría, porque intentó fugarse y se pasó de largo el giro. Se regresó y alcanzó el pelotón y en segundos estaba detrás de mí y me dijo dale Chombi que nadie nos sigue y poco a poco logramos fugarnos. Que coincidencia, habíamos corrido 3 carreras seguidas haciendo lo mismo. Luego me quedé sin agua, razón por la cual me estaba quedando y ella me gritaba de todo dándome ánimos para seguir, pero le dije que no se preocupara por mí, que se fuera que esta era su carrera. Ella se fue sin mirar atrás pedaleando como nunca y ganó la carrera. Al rato llegué a la meta y me gritó de todo por quedarme y le dije que era porque me había quedado sin agua y ella me dijo que por qué no le había dicho que ella me hubiera dado agua. En ese momento me dice tranquila Chombi, la próxima vez será diferente, ya verás y me dio la mano. Y definitivamente si fue diferente, ya Mónica no estaba.” – Su amiga Isabel De León
“El recuerdo que nunca olvido. Estábamos en la casa de Chame, cuando Mónica me vio lavando los huevos de gallina antes de cocinarlos y ella sorprendida con sus ojos asombrados y una sonrisa bella, me preguntó por qué los lavaba y le expliqué que lavaba los huevos porque te imaginas Mónica, ¡¿de dónde salen los huevos de la gallina?! y ella se moría de la risa, quedó fascinada y me dijo que también lo haría en su casa.” – Tía Daniela Suescum
“Sobre Mónica, hay mucho que contar. Antes yo vivía en el extranjero, la que siempre me contaba de Mónica, era mi madre. Me decía que era una niña muy bonita y muy cariñosa. Luego mi mamá enfermó y me mudé a Panamá. Coincidentemente, vivíamos en el mismo complejo de apartamentos. Mónica iba a visitar a mi mamá y oraba mucho con ella. A mamá le gustaba mucho porque decía que era muy madura para su edad y que oraba muy bonito. Recuerdo que una vez le pregunté dónde podía conseguir unas pastillas para mi mamá que me habían recomendado y a los pocos días se apareció con las pastillas y ni siquiera quiso cobrarme.” – Prima Markela Martínez
“¡Tía que guapa! Cuando sea grande y tenga tu edad voy a ser como tú. Tía tú me tienes que amar mucho para que me veas como una reina de belleza.” – Su Tía Juani
“Mónica era 2 años mayor que yo. Fuimos parte de la selección de triatlón de Panamá, por varios años así que tuvimos la oportunidad de viajar juntas a muchos lugares. Fue mi hermana en el deporte. En el 2011, fuimos al Triatlón Revolution 3 en Costa Rica. Nos encontramos antes de la competencia. Qué alegría poder vernos ya que para ese evento no nos habíamos puesto de acuerdo para ir juntas. Después de la competencia, mi mamá y yo nos teníamos que regresar a casa, pero había otras competencias y yo me quería quedar. Mónica le pidió a mi mamá que me dejara con ella, que se estaba quedando con la familia Barahona y buscó al Sr. Barahona y se lo presentó a mi mamá para que estuviera tranquila que estaba en buenas manos. Era la primera vez sin mi mamá y quedé al cuidado de Mónica. Mi tío Beto se enteró de esto y estaba sorprendido que mi mama me había dejado a cargo de Mónica, porque en ese tiempo, no dejaba a Wendy con nadie. Ese fin de semana nos divertimos mucho sanamente, teníamos amigos en común y me dejo muchas más amistades. Siempre será la estrella que me acompañe desde el cielo. Nunca te olvidaremos siempre estarás presente en nuestros corazones.” – Su amiga Wendy Ducreux
“Mi querida, bella y tan recordada y añorada Mónica Isabel. Mi niña Mónica. Recuerdo aquel viaje a Cartagena. Era nuestro primer viaje como familia triatleta a participar en un evento internacional, en octubre 2004. Tenías 11 años. Estabas con tus papas y tu hermana. No recuerdo si antes habíamos compartido tanto, pero siento que fue aquí en donde nos conectamos. No había quietud. Hacia donde me volteaba, allí estabas, con tu gran sonrisa y tu bella dentadura, insistente, solo por estar allí, o continuar la charla o la caminata. Hablamos y compartimos un montón. Nos sentimos felices de haberte conocido y haber compartido contigo momentos tan especiales: cada grito de ánimo en las competencias, cada aplauso en una premiación, caminar de la casa a la tienda de Chame por un raspao y las películas el sábado por la noche y los deliciosos desayunos con huevo revuelto. Llegó el vals de tus 15 años, mas triatlón y luego tu boda. La semana pasada usé tu camiseta y una chica me preguntó señalándola: “¿eres ciclista?” y le respondí sonriendo: No. Me miró extrañada y como haciendo la pregunta con señas y sus hombros. Le contesté: ¡Ella es como mi hija! Me di cuenta que un sentimiento muy especial me llenó en ese momento con esta respuesta tan espontánea. Y es que te ganaste el corazón de muchos Mónica, el mío por supuesto y muy especial el de Henry. ¡Te quiero un montón mi Niña Linda!.” – Chari Sandoval
“Son muchas las anécdotas que pude vivir con mi amada sobrina Mónica a quien cargué, cuidé y vi crecer con todas sus locuras y espontaneidades; principalmente con su buen ánimo, sinceridad, humildad, don de gente; en fin, fueron muchas las cualidades que pude compartir con ella. Sin embargo, uno de los tantos momentos compartidos, fue la vez que me comentó lo que le pasó con una clienta que le dijo: “QUE NO CREE, porque nunca ha visto a Dios”, y Mónica le compartió el siguiente versículo que salió del fondo de su corazón: “Dichosos los que, sin haber visto, han creído” Juan 20.29. Mi primera reacción fue “Wao, excelente y atinada respuesta Mónica, y le dije que aquí es donde viene la bendición de Dios para aquellos que sin ver creen, que la más grande bendición es tener una fe viva y que con la fe, puedes superar todos los obstáculos teniendo una buena actitud, un corazón abierto y sano, perseverante y fiel, aún en medio de las dificultades. Esas palabras las recuerdo a menudo y son de gran motivación para mi vida diaria, espero que también los sea, para ustedes.” – Su Tía Bebita
“Justamente hoy soñé con Mónica, ver su sonrisa es realmente gratificante y calmante. Pese a que en las carreras éramos rivales, siempre nos sobró el apoyo la una con la otra, el fuerte de Mónica después de un tiempo fue el ciclismo y el mío fue el atletismo, ambas nos apoyábamos, y aunque había momentos en que una no podía más, compartíamos la felicidad de quién ganase en su momento y el triunfo de ambas. Nuestro viaje a Ixtapa fue uno de los mejores. Viajábamos por primera vez con la tía Ivette. Manejamos jet ski y nos trasnochamos. Teníamos apenas 15 años y nos sentíamos unas adultas, cada día era mejor que el anterior. Por otro lado, aún recuerdo que lo mejor del día era llegar del colegio o entrenamientos y conectarnos a MSN, eran horas y horas hablando, ¿Qué hiciste?, ¿Nadaste? ¡Escucha esta canción! Etc... por siempre serás competencia, equipo, pacer, hermana y mi amiga. Gracias por apoyarme en “cada brazada, cada pedaleada y cada zancada".” – Su amiga Katherine Romero
“Recuerdo cuando Mónica tenía como 7 años, lanzó un comentario que nos causó mucha gracia. Todos los que estábamos en ese momento soltamos la carcajada. Una vez, íbamos en grupo caminando por un centro comercial, cuando de repente Mónica, me jaló del brazo y me enseñó unos escaparates de la vidriera de un almacén, en donde había un maniquí vestido con una ropa de tigre y me dijo: ¡tío, tío, tío, mira los vestidos que le gustan a mi tía Priscilla para que se lo compres! Me reí mucho porque me causó sorpresa y mucha gracia su comentario y me le quedé mirando. En ese momento me quede pensando, ¿cómo ella sabía esto? Porque efectivamente era así. Yo acostumbraba a comprarle cosas así a Priscilla. Y además porque también a mí me gustaban. Definitivamente era muy observadora. Ella tuvo que haberlo escuchado en algún momento y como siempre, ella estaba pendiente de todo lo que oía o veía a su alrededor de una manera inocente y jocosa. Así era nuestra querida Monic.” – Su Tío Guillermo Vargas
“Mónica siempre fue una persona enfocada. Entrenaba todo el tiempo para triatlones y competencias internacionales. Siempre llegaba a las clases de 7:00 a.m. con el cabello mojado de piscina, oloroso a crema de peinar. A pesar de tener un entrenamiento riguroso, nunca flaqueaba con sus responsabilidades escolares. Los que me conocen saben que fui una estudiante aplicada en la escuela y también era vecina de Mónica. Recuerdo que cuando nos conocimos, inició la era de “María la Tutora” desde sexto grado hasta sexto año. Siempre ayudaba a Mónica en todo lo que podía. Vi con mis propios ojos su cansancio de cada día, pero también vi como eso no impedía que cumpliera con las obligaciones deportivas y escolares. Era de admirar. Recuerdo en las tardes cuando llegaba directo a su casa de la escuela y yo le cocinaba coditos con queso y deditos de pollo mientras Moni tomaba una siesta o un descansito. El lapso que teníamos para comer y estudiar era corto ya que por las tardes Mónica entrenaba otras disciplinas. Yo me iba caminando a mi casa y luego en la noche recibía su clásica llamada: “Hay algo más para mañana?” Esta y muchas otras gratas memorias me dejó Moni para recordar, reír y compartir con los amigos y familia que me dejó en esta vida terrenal.” – Su amiga María Cristina Saavedra
A mi Monili, le gustaba mucho el grupo CAMILA, cada vez que poníamos las canciones de ellos, se ponía feliz. Ahora cada vez que escucho una canción de ellos, me acuerdo de ella. – Su amigo Richard
“Mónica y yo siempre fuimos buenas amigas, conversábamos mucho y estábamos juntas en el salón. Un día ella me llama y me dice Silvia voy a celebrar mis 15 con fiesta. Yo emocionada le digo ¿en serio? y me dice si y de hecho te estoy contemplando para que seas una de mis damas, me emocione muchísimo porque ¡no me lo esperaba!
Llego el momento de las prácticas de baile, yo asistí a su casa en donde por fin conocí a sus famosos amigos del Triatlón del que tanto hablaban ella y Liana. Entre ellos Jorge, Lothar, Alain, Johan, Christian entre otros.
Cada vez que íbamos a la casa de Mónica a practicar eran momentos únicos ya que la diversión, el baile, el relajo y las convivencias fueron momentos muy agradables, fueron momentos en los que dio inicio a una gran amistad tanto con Mónica, su familia y sus amigos que ahora son mis amigos y compañeros del Triatlón.
Como todos nos hicimos muy buenos amigos, cuando toco el turno de mis 15 años, el mismo grupo de baile de Mónica fue el mío. Ese año fue un año como nunca, lleno de mucha diversión y aventuras.
Estoy eternamente agradecida con Mónica por haberme brindado su amistad, su amor, su apoyo en el deporte ya que ella fue la que me introdujo a este mundo del triatlón y por ella conozco de este maravilloso deporte.” – Silvia Waterman
Gracias a todos por compartir estas bellas anécdotas de Mónica, les confieso que me entere de muchas cosas lindas que no sabía que mi hija había hecho en su corta vivencia en la vida terrenal.
Les aseguro que ella ha leído cada una de estas anécdotas y las recuerda con mucho cariño al igual que ustedes.
Gracias a todos por leer mi blog y en especial este capítulo que lo dedicamos a honrar y recordar a Mónica en su cumpleaños.
¡Que Dios los bendiga a todos! Nos vemos en el próximo capítulo, el 20 de septiembre.